Los rabinos hablan

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Rabí Yosef Viener de Agudat Israel de Monsey:

“No hay semana que yo no tenga que tratar problemas de Shalom Bait (armonía en el hogar) o problemas de educación de niños y niñas, o que un buen joven -o por lo menos lo que queda de él- me llame llorando, suplicando que lo ayude. No hay nadie que pueda afirmar que él mismo no está siendo afectado por este fenómeno, o que un familiar no fue afectado, o su vecino, o el amigo que está sentado junto a él en la sinagoga o la jabruta (compañero de estudio) sentado frente a él en la yeshivá. Si hasta ahora lo descartaron, van a tener que creerme cuando digo que no hay un problema más grande y más grave que este, el cual afecta a todos los individuos del pueblo de Israel. Hay una obligación kadosh (Santa) de hacer algo ahora antes de que no quede ningún vestigio de Kedushá (santidad) en el pueblo de Israel. Y no lo digo a la ligera. Tengan en cuenta que la gente que viene a verme es tan frum (observante) o está tan mal por lo que está ocurriendo que hasta está dispuesta a hablar con su Rav. Esto quiere decir que hay miles de personas que ni siquiera estarían dispuestas a hablar con su Rav. Odio sonar pesimista, pero si no tiene en su casa internet con filtro, me animaría a decir que hay una posibilidad del más del 90% de que las personas de su casa ya hayan caído víctimas de este fenómeno. Y si todavía no ocurrió, hay una probabilidad del más del 90% que ello ocurra. Y si no ocurre en la casa, ocurrirá en la oficina".

 

Rav Abraham J. Twerski:

No tienen idea de la cantidad de personas que han caído víctimas de la pornografía en internet. Nunca hubiéramos pensado que este tipo de personas pudiera caer en tan bajo nivel.

Es de esperar que las personas que tienen Temor del Cielo no irán detrás de ese tipo de basura y ese tipo de indecencia. Sin embargo, es perfectamente posible que mientras bobeas en el internet, puede ocurrir que aprietes una tecla y se te abra una pantalla con una escena pornográfica. Tú no la estabas buscando, pero te pasó. Tienes exactamente tres milésimas de segundo para cerrar la ventana. Y si permaneces por cuatro milésimas de segundo, ya te hiciste adicto. Así de grave es. Es una de las adicciones más poderosas. Día tras día, recibo cartas y llamadas de personas que dicen: “¿Qué puedo hacer para salvarme?”

Después de haber caído en la adicción a la pornografía que derrumbó a todos ellos hasta lo más profundo.

Más que otro factor,  esta angustiante situación de caer presa de la pornografía, acabó con la vida matrimonial de mucha gente y desquició familias enteras, trayendo destrucción y ruina.

 

Rav Aharón Feldman:

Hay una plaga mundial que ataca al Pueblo Judío: la extendida adicción a ver material inapropiado y otros comportamientos relacionados. Impulsado principalmente por la accesibilidad y el anonimato que caracterizan a internet, esta amenaza tiende a demoler la estructura esencial de la vida Judía y quebrantar una de sus bases fundamentales, tzniut y kedushá (el recato y la santidad).

Esta adicción no ha hecho distinciones, ninguna clase de judío quedó al margen. Desde adolescentes hasta estudiosos, desde empleados de oficina hasta rabanim, y desde solteros hasta hombres casados. Miles de vidas y matrimonios ya se han desmoronado a causa de esta implacable tentación.

La organización Cuida Tus Ojos (GYE) valiéndose de métodos que han probado ser exitosos en el tratamiento de otras adicciones y brindando constante estímulo, apoyo y estrategias a las víctimas, Cuida Tus Ojos ha ayudado, con excelentes resultados, a cientos, sino a miles, a abandonar estas destructivas adicciones y retornar a una vida normal.

 

Testimonio de un rab docente en una yeshivá de israel:

Soy expositor en una Yeshivá para jóvenes de edad secundaria.

En mi Yeshivá, me corresponde exponer en los cursos de jóvenes que pertenecen a familias religiosas y están en la edad de la escuela secundaria.

Se trata de un grupo que por diversas razones no fueron los estudiantes más aplicados de sus escuelas y, ahora en la Yeshivá, nos proponemos elevar su nivel en estudios de Torá (y Talmud  en especial) al tiempo que darles la mejor orientación para la vida.

Últimamente puse atención al hecho que muchos jóvenes, cuya edad  oscila entre los 11 y 14 años, se hicieron adictos a la pornografía y han caído en la práctica deleznable de la masturbación.

Con toda seguridad digo que ellos ven estos males como algo normal que ni siquiera requiere consulta o tratamiento.  Más me alarma que muchos de ellos ignoren que estas son prácticas condenadas por la Torá.

En efecto, su ignorancia llega al punto que se sorprendieron enormemente, y no me creyeron cuando les dije que estos hábitos están terminantemente prohibidos por la Torá; y me estoy refiriendo, en primer término, a la observación de pornografía y al pensamiento lascivo, y ni qué decir de lo segundo.

Uno de los jóvenes me preguntó cómo puede hacer para evitar la caída en  cosas prohibidas cuando él se siente mucho tiempo aburrido y sin tener nada importante en qué ocuparse para llenar las horas libres. Me acotó que la observación de pornografía es un pasatiempo fácil y entretenido.

Otro jovencito me dijo que, para él, esto último constituye un medio para poder dormir en la noche.

Un serio problema complica el tratamiento de este tipo de casos ya que hoy en día se ha generalizado en la calle Israelí, entre los jóvenes, el uso de Ipod Touch  o aparatitos semejantes con internet inalámbrico. En estos casos, bloquear sus computadores no soluciona el problema realmente ya que muchos tienen la habilidad para acceder con relativa facilidad al desbloqueo de las mismas.